Aldun, Dios del Fuego, es uno de Los Seis dioses que crearon Idhún.
Información[]
El padre de los yan tiene el fuego como elemento propio. Suyo es el poder que hace arder los soles y otorga la llama a los dragones. Se lo representa como un yan de barba pelirroja y con las proporciones de un gigante. Es proverbial su rivalidad con Wina, la diosa de la tierra. Y, aunque ningún yan se atreve a maldecir a Wina, lo cierto es que no la aprecian demasiado, ni a ella ni a sus hijos, los feéricos. Se dice de Aldun que creó a los dragones. En realidad, puntualizan los sacerdotes, los dragones fueron creados por los tres dioses juntos: Karevan les dio cuerpo, Yohavir les dio alas y Aldun les dio el fuego. Sin embargo, este último atributo es el que más los diferencia de los sheks y del resto de criaturas, y por ello Aldun se considera el padre de los dragones, más que ningún otro dios. La verdadera forma de Aldun es una gigantesca esfera de fuego. Puede expandirse hasta alcanzar las dimensiones de un sol o puede compactarse hasta llegar a tener el tamaño de una casa. En cualquier caso, su presencia abrasa todo lo que toca y hace subir la temperatura a su alrededor hasta extremos infernales. La última vez que descendió al mundo, vagó por Kash-Tar y calcinó varias poblaciones yan sin ser consciente de su presencia.
Manifestación en Idhún[]
Aldun se manifestó como una bola de fuego gigante, parecida a un cuarto sol en el cielo. Estaba muy alto, por lo que no hacia daño, pero se acercó un poco más y quemó todo el pueblo de Nin y luego fue quemando poco a poco más ciudades y oasis del desierto de Kash-tar.
Su primera aparición fue cuando Rando estaba ayudando a la maga szish.
Historia[]
Aldun fue creado cuando el Uno se dividió en muchas partes, después de eso se reunió con los otros Seis y crearon Umadhun, pero este mundo fue arrasado, por lucha que el junto a los Seis empezaron. Después de arrasar Umadhun. Junto al resto de los Seis crea Idhún. Aldun era el encargado de hacer los soles, pero al ver todo el mundo bello lleno de bosques y llanuras, semejante a Umadhun en sus mejores tiempos, quiso verlo más de cerca, pero al acercarse demasiado quema Kash-Tar y lo convierte en un desierto. Esto enfada a Wina, que le obligó a que sus hijos (los yan) se establecieran en Kash-Tar como castigo.
Habilidades[]
Su poder sobre el fuego es absoluto tanto que puede incinerar ciudades y ejércitos enteros, y en su máximo poder podría haber quemado todo Idhún.